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Literatura Barata

La reseña de "Literatura Barata" es uno de los encargos más difíciles a los que me he enfrentado, por tratarse de la novela de un amigo y compañero de movimiento. He de decir que me he esforzado mucho para escribir con la máxima objetividad posible, y creo que puedo afirmar que todo lo que digo sobre la novela lo digo con objetividad. Alguno podría hablar quizás de las cosas que no digo, de ciertas cosas que están en la novela pero no en la reseña, cosas sobre las que, quizás, no podría haber sido tan objetivo. Espero que no me juzguen mal por ello. No crean que el plagiarismo es un movimiento autocomplaciente, nada más lejos de la verdad, es más bien muy autocrítico. Espero que sepan hacer una lectura correcta de mi reseña, igual que espero que sepan hacer una lectura correcta de "Literatura Barata", porque descubrirán que la propia novela de Ruiz-Tagle es su mayor y devastadora crítica.



"Literatura Barata" de César Ruiz-Tagle.

Editorial Paraíso Perdido, México 2009.

457 páginas. 20,95 €.



La última novela de César Ruiz-Tagle vuelve a ser un ejercicio de literatura dentro de la literatura. En este caso el protagonista, Tomás Rodrigo, es un joven aficionado a los folletines de los años sesenta y setenta. Aquellas novelitas impresas en papel basto y encuadernadas en cartulina que quizás algunos recuerden. La calidad tanto de aquellas ediciones, como de las propias historias contenidas en ellas, solía ser muy baja, abarcando géneros tan dispares como el western o la ciencia-ficción; abundaban en sus frágiles páginas los argumentos enrevesados pero previsibles y los personajes tópicos y planos. La clave del éxito de estas publicaciones estaba en su reducido precio unido a su brevedad, esto hacía que los ávidos lectores se acercaran cada semana a su kiosko habitual donde siempre había un nuevo ejemplar a la venta. Ruiz-Tagle se centra en las novelas publicadas por la editorial Mexicana Sofía en su colección Águila. En aquella colección se publicaron centenares de libros escritos por una decena de escritores bajo diversos seudónimos. Cuando Tomás se inicia en la lectura de estas novelas, hace ya mucho tiempo que se han dejado de publicar; los ejemplares que él lee son fruto de un inesperado hallazgo en casa de sus abuelos. Tras sucesivas lecturas y re-lecturas de los gastados libros se va dando cuenta de que sus libros favoritos están escritos por dos únicos escritores, John Vanlance y Richard B. Castells. Profundizando en el análisis de sus obras encuentra ciertas semejanzas y supone que ambos son seudónimos de un mismo escritor. Entusiasmado por su descubrimiento decide emprender su búsqueda para poder conocerle.

La búsqueda de este desconocido escritor, conforma la práctica totalidad de la novela. Su primer paso consiste en enviar una carta a la editorial preguntando por los autores que firman los títulos de sus libros favoritos, Vanlance y Castells (que según él son la misma persona). La respuesta de la editorial es descorazonadora, Vanlance está en paradero desconocido, se cree que muerto, y de Castells no tienen noticias desde los años ochenta cuando residía en Draguignan, una pequeña ciudad del sur de Francia. El joven héroe toma estas vagas pistas como la confirmación de sus sospechas y supone que, retirado de su oficio, el misterioso escritor decidió “matar” a uno de sus seudónimos y dejar que el paso del tiempo y el olvido se encargara del otro. Así pues Tomás decide partir a Draguignan para iniciar allí su investigación.

A partir de este momento la novela de Ruiz-Tagle podría haber sido escrita por los mismísimos Vanlance y Castells que con tanto ahínco busca el joven Rodrigo. El western más genuino de Vanlance está representado por el propio protagonista del libro, el personaje de Tomás Rodrigo es un viajero solitario, un héroe legendario seudomitológico al estilo de Joshua Perkins en “Sólo una Bala” o de “Navajo” Johnson en “Reguero de Sangre”. Por otro lado los capítulos más genuinamente detectivescos de la novela están narrados con el reconocible estilo directo de Richard B. Castells. Es de destacar la semejanza entre el capítulo 17 de “Literatura Barata” y el 14 de “La Huella Falsa” de Castells, en el primer caso Rodrigo recorre los bajos fondos de Berlín en busca de Hertha, una antigua prostituta y amante del supuesto Vanlance/Castells, en el segundo caso el detective O'Shea recorre un peligroso barrio de Los Ángeles buscando a Dorothy Newman, hija de un conocido magnate del petróleo y adicta a la cocaína, que ha desaparecido semanas antes de la mansión familiar. Tanto Rodrigo como O'Shea acabarán teniendo un apasionado y desafortunado romance con las mujeres a las que buscan. Otro ejemplo es la frase que Rita Latorre dice al despedirse de Tomás cuando deja su casa de Arizona “Aquí todo el mundo acaba siendo polvo del mismo desierto”, exactamente la misma frase que el Sheriff Strade dedica a Shaun Case en su funeral en la página 143 de “Las Colinas de Laramie”.

Ruiz Tagle consigue que Tomás Rodrigo busque a Vanlance y Castells a través de las páginas de sus propias novelas, habiéndose convertido él en uno de sus personajes. En este sentido es el propio Ruiz-Tagle quien realiza la búsqueda de ese oculto escritor. Ambas búsquedas son la misma y ambas cierran un círculo infinito, ya que el personaje Tomás Rodrigo es un compendio de los personajes creados por Vanlance y Castells y ese único escritor detrás de ambos no puede ser otro que el propio Ruiz-Tagle.

5 comentarios:

Terenci Páramo dijo...

Sí que suena a literatura barata,la verdad. Al igual que la reseña que es una puta mierda.

Leandro Romaña dijo...

Pues claro que suena a literatura barata, a qué iba a sonar si no?
Seguro que es usted uno de esos sujetos que leen a escondidas a Steig Larsson y a Dan Brown y luego vienen aquí a practicar el onanismo literario con su ridícula autosuficiencia.
Si esto es lo que entiende por diálogo literario será mejor que se busque otro lugar para lanzar sus opiniones. Tenga usted muy buenos días, señor Páramo.

Anónimo dijo...

¿Cómo se puede ser tan presuntuoso? mejor que tome conciencia de que su reseña es una mierda y se acostumbre a que se lo digan. Además sabemos que devoró la última entrega de Harry Potter...

Decébalo

Anónimo dijo...

no he entendido un carajo de lo que hacen aquí

Anónimo dijo...

Me parto