jueves

El Pájaro y el Dragón

POST EN OBRAS:
Estamos trabajando para rescatar del olvido la literatura del inolvidable Reino de Bhutan.
Esta historia está siendo construida y restaurada permanentemente.
Perdonen las molestias.
Fecha prevista para el fin de las obras: 2666.



1.

El jueves 6 de noviembre del año 2008, el joven Jigme Khesar Namgyed Wangchuck, de 28 años de edad, recibió de manos de su padre la tradicional e indeleble corona con forma de cuervo en el salón del Trono del Palacio de Tashichhodzong. Inmediatamente después de este gesto, culminación de los fastos celebrados en olor de multitudes en la ciudad de Thimbú, J.K.N.W. se convirtió en el nuevo Rey de Bhután, una nación pequeña y montañosa situada al sur de Asia, entre los últimos dominios de la India y los primeros truenos de China. A ninguno de los allí presentes parecía importarle entonces que el quinto monarca de su territorio fuera un hombre con cara de niño y cabeza de pájaro.

2.

Todos asumieron rápidamente que el Príncipe recién coronado había desarrollado aquellos nuevos rasgos durante los casi dos años que transcurrieron desde la abdicación de su padre, el Rey Jigme Singye Wangchuck, hasta su coronación a las 8 horas y 31 minutos del citado día (profetizado por los astrólogos de la Casa Real como el más propicio para el inicio del nuevo mandato). Todos aquellos que participaron junto con su nuevo monarca de los tradicionales juegos y danzas que se prodigaron durante los tres días de celebración nacional, no dudaron ni por un momento que la muestra más sincera y emotiva de amor y entrega absoluta por su patria y sus ciudadanos que el nuevo Rey del Dragón podría brindarles era su propia metamorfosis, conseguida mediante quién sabe qué despiadadas jornadas de meditación y ayuno. “La Tierra del Dragón de Truenos” iba a ser gobernada por un auténtico Dragón Rey o Rey Dragón.

3.

"El demonio, la mandrágora y el encantador de serpientes deben saber que, desde este día y hasta la eternidad, no serán bien recibidos en los dominios del Dragón", sentenció el joven monarca. A miles de millones de kilómetros de allí, en una cuna hecha de madera y esparto, un niño arrancaba a llorar, por primera y última vez en su vida. El aire de la lejanía trajo rumores y lamentos. Una muchacha joven inició un débil llanto. Una nube espesó la claridad. El canto de un pájaro (otro), un destello, y la joven se desmaya. La gente se alarma. La mujer que yace en el suelo es Priyanka, la hija de Sonia Gandhi. Priyanka es una mujer misteriosa, de una hermosura dolorosa y también ingenua. En India, son muchos los que le atribuyen poderes mágicos, sobrenaturales. También hay personas que se han atrevido a afirmar que sus artes son satánicas. Pero de esta infamia nada más se sabe porque todas esas personas han desaparecido o están muertas.

4.

"No me malinterpreten, no quiero decir que yo viera algo de eso, algo, ya saben. Yo nunca he creído en esas cosas. Además, soy occidental, quiero decir, no crean que soy una persona prejuiciosa, pero sí que soy escéptico, es natural. Pero llevo muchos años aquí también, y nunca había visto, es decir, tampoco es que viera gran cosa. Es distinto cuando estás allí, en Assam, con toda esa gente que no te entiende, a la que no entiendes. Allí todo parece posible, ves que alguien se mete en la selva y no vuelve, luego los trabajadores de las plantaciones de té de repente... bueno, enferman. Y no es lo que cualquiera podría pensar, porque todo el mundo puede caer enfermo ¿verdad?. Pero tú estás allí y te dicen cosas, y ves a la gente que habla de esta o aquella familia y ves que les empiezan a pasar cosas y ves que de repente la mujer o la hija han desaparecido, que el padre no ha ido a trabajar, que otros tres trabajadores han caído enfermos. Yo no puedo decir, nunca podré decir que todo aquello fuera culpa de la brujería, yo no creo en esas cosas, no me malinterpreten, no intento justificar lo que pasó, a mí todos esos linchamientos me siguen pareciendo algo terrible, pero yo estuve allí, y vi la desesperación en los ojos de aquella gente. Entiéndanlo, yo mismo pasé miedo, yo dudé, imaginen ellos, imagínense ustedes en esa situación ¿qué habrían hecho?"

5.

Los árboles son tan altos que no dejan ver el bosque. La Luna es tan hermosa porque nunca da la otra cara. Raimundo Seurat, varón, 54 años, extremeño, crítico de arte y el único Consejero Real extranjero en la historia de Bhután, está preso en la cárcel de Timbu, la capital del reino, por un delito inexistente y sin embargo punible: Raimundo Seurat es homosexual. ¿Acaso no se habían dado cuenta? Raimundo lleva más de seis meses encerrado en esa prisión. Nadie duda, mejor dicho, yo no dudo de la bondad de Raimundo, ni de su valentía ni mucho menos de su honestidad. Es del todo probable que Raimundo Seurat esté ahora entre rejas por llevar al extremo el significado de dichas cualidades. ¿Quién, si no Raimundo, se atrevería a hablar de Brujería? ¿Quién, si no él, mencionaría sin más ni más la existencia de enfermedades desconocidas? Él, sólo él, nadie más que él. Porque Raimundo Seurat está enfermo, está débil de ánimo y de espíritu, el alma encogida le cabría en un puño. Y también, ahora lo sé, está definitivamente loco. ¿Acaso no se habían dado cuenta? Es tan duro reconocerlo... ¡Pero es la verdad! ¿Que por qué lo sé? Es muy fácil. Es rematadamente fácil. Yo soy Raimundo Seurat. Ahora despréciame.

6. En el Palacio Real el joven rey Wangchuck mira a través de la ventana del ala oeste. El sol se pone un día más en su reino y no es feliz. Recuerda a su padre en la sede de la Organización de las Naciones Unidas hablando de la Felicidad Interior Bruta como mayor patrimonio de su pequeño país y se pregunta cómo puede ser él el hombre más pobre del reino. Cuando el sol se pone los sirvientes del palacio cierran todas las puertas del ala oeste. Todas menos una. Cuando el último rayo de luz ha desaparecido y sólo se ve ya un punto verdoso en el horizonte todas las puertas están cerradas menos una. Pero nadie va a entrar. Nadie entra por esa puerta desde hace meses. El rey apoya sus manos en el marco de la ventana y mira hacia abajo. En el nítido borde de las montañas ahora oscuras reverberan aún los colores rojizos y anaranjados del cielo. Un poco más arriba unas enormes y pesadas nubes púrpura oscuro amenazan con desgarrarse en cualquier momento y derramar oscuridad sobre todos nosotros para siempre. Sin embargo las nubes siguen conservando la misma densidad rocosa hasta que anochece por completo. Wangchuck levanta la cabeza y mira a su izquierda, hacia la puerta que comunica el salón del trono con las dependencias del Consejero Real. La puerta abierta por la que no ha entrado nadie desde que mandó encarcelar a Raimundo Seurat, la única persona de la que ha estado enamorado nunca. Wangchuck vuelve a escrutar la oscuridad de la noche. Las débiles luces de la ciudad comienzan a encenderse. Las estrellas que presagian oscuros designios brillan con una fuerza insultante. El rey Dragón despliega sus alas, yergue su columna vertebral, suspira, toma impulso y alza el vuelo.

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